
En el corazón de una cocina profesional, donde el tiempo es oro y la precisión lo es todo, el orden se convierte en el ingrediente secreto. Hoy conversamos con el chef Juan Manuel Solano, un apasionado de la cocina que, sin saberlo, aplica los principios de las 5S de la Calidad Japonesa en su día a día. A través de esta entrevista, descubriremos cómo la organización, la limpieza, la estandarización y la disciplina dan forma a una experiencia culinaria memorable para cada comensal. Si tienes un restaurante, cafetería o negocio alimentario, sus palabras podrían darte claves prácticas para transformar tu operación desde dentro.
SEIRI (Clasificar) Solo lo esencial en la cocina
Todos los días, nuestras estaciones se organizan de la misma manera. A eso lo llamamos “Orquestón”, nos cuenta el chef. Esta práctica asegura que cada herramienta y producto tenga una razón de estar en su lugar, eliminando lo innecesario. Pensar en facilidad y versatilidad permite reducir errores y preparar con más claridad, enfocándose solo en lo esencial.
2. SEITON (Ordenar) Cada cosa en su lugar, en el momento preciso.
El orden, para este chef, es un lenguaje común. “Tenemos esquemas en cada estación que dictan el orden y la calidad de cada producto”, explica. Este sistema visual facilita el flujo del servicio, reduce confusiones y optimiza el tiempo de respuesta. El resultado: una cocina más eficiente, y por ende, una mejor experiencia para el cliente.
3. SEISO (Limpiar) La limpieza como acto de respeto.
Una estación limpia refleja una mente enfocada. “Siempre he pensado que una mente organizada es una estación limpia e impecable”, afirma. La limpieza no es una tarea más, sino una filosofía de trabajo. Planes diarios y semanales refuerzan este hábito, creando una cocina segura y con estándares elevados de higiene.
4. SEIKETSU (Estandarizar) Lo que se repite, se perfecciona.
El invitado es lo más importante. “Nuestra filosofía es la satisfacción absoluta”, comparte. Para lograrlo, siguen procesos estandarizados y recetas bien definidas. Esta estandarización asegura que cada platillo conserve su sabor, presentación y calidad, sin importar el día o el cocinero. La constancia crea confianza.
5. SHITSUKE (Disciplina) Cultura y disciplina: los ingredientes invisibles.
“Liderar una cocina es un reto que disfruto”, nos dice. Para este chef, la motivación del equipo surge del reconocimiento, el desarrollo constante y la atención a sus necesidades. “La gente es nuestro recurso más importante”. Esta cultura de disciplina y compromiso colectivo es lo que sostiene la calidad día tras día.
Cada detalle cuenta, y la búsqueda de la perfección constante es clave para lograr clientes satisfechos. Esta entrevista nos deja claro que la calidad no es fruto del azar, sino de una cocina viva, comprometida y bien organizada. ¿Y tú, cómo puedes comenzar a transformar tu cocina hoy?
